De aquellas mañanas
escarchadas,
recuerdo tu andar
lento y cansino,
que adquiriste en tu
largo caminar
por este mundo tan
deprimido.
Y aunque muchos te
conocieron,
nadie te escribirá
una canción.
Esperabas con suma
paciencia,
a veces tranquilo,
otras inquieto,
pero nunca mostraste
indiferencia,
pues tu carácter y
saber sincero,
te anticipaban la
experiencia,
de un divertido y
largo paseo.
Sentimientos de
cariño y afecto,
percibías tras tu límpida
mirada,
transparente, cargada
de amor,
de una profundidad
inusitada.
Incapaz de concebir
la traición,
tan solo entiendes de
fidelidad.
Pero hoy recorro aquellos
caminos,
bordeando las múltiples
charcas,
buscando tu alborozado
reflejo,
en los vestigios de las
tormentas,
creándome la infundada
ilusión
de que juntos volvíamos
a caminar
Nadie te escribirá
una canción,
recordando los vivos
momentos,
de aquellas mañanas
escarchadas.
Luis
Bolívar