Si te pregunta, dile que he muerto,
que una devastadora tormenta,
traicionera, con fines arteros,
y de funestas consecuencias
atacó y consumió mi cuerpo
torturó y me robó el alma
Si sonríe, dile que he muerto,
que un terrible sol abrasador,
me golpeó en un árido desierto,
apagando mi ardiente pasión,
calcinando mis dolidos huesos
fruto de una inmensa ofuscación
Si se deleita, dile que he muerto,
en una cruel y pérfida batalla,
abandonando las armas presto,
rompiendo la deseada alianza,
tras sufrir la inesperada traición,
en tan triste y despiadada guerra.
Pero si ves un velo en su mirada
y furtivas lágrimas en sus ojos,
si parece hallarse sola y perdida,
abandonada en un páramo yermo,
entonces, si te pregunta, no le digas
nada.
Tan solo dile que….extraño su ausencia.
Luis Bolívar
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