ENCERRADA EN SU MEMORIA

 

Andrea Nusán

 

Decía Rubén Darío que “la vida es misterio; la luz ciega y la verdad inaccesible asombra”. Esa frase cuadra muy bien con la última novela de Andrea Nusán.

Si con “En las entrañas del Derly”, Andrea nos deleitaba con una novela de intriga en la que vamos depositando nuestras sospechas en cada uno de los miembros de la antigua pandilla, en esta novela, “Encerrada en su memoria” el planteamiento es diferente, con un elenco de personajes más reducido, pero no menos intrigante.

Abril Martínez, una escritora de éxito, se prepara para realizar un viaje a Roma, unas vacaciones para descansar del estrés generado por las actividades propias de su profesión. Sin embargo, dicho deseo se ve truncado cuando es golpeada y pierde el conocimiento. Al despertar se encuentra en un lugar desconocido, cerrado, sin puertas ni ventanas. Alguien la mantiene prisionera. Con el paso de los días la línea que separa la realidad y las alucinaciones, se va estrechando generando situaciones de confusión en la prisionera.

Sus captores van insistiendo en que recuerde su pasado, un pasado del que ella había huido y ha intentado enterrar. Incluso para Abril, recordar el pasado puede significar un sufrimiento insoportable y un peligro para todos.

En un ambiente claustrofóbico, la única manera de salir de allí es recuperar la memoria. Nadie es consciente que, con ella, se pueden liberar monstruos que destruirán todo a su paso. ¿Será capaz Abril de recordar a pesar de todo?, ¿estará a salvo de sus propios monstruos?

Tan solo la lectura de esta excelente y sorprendente novela tiene la respuesta.

TE DEJÉ IR

 

Clare Mackintosh

Resulta curioso como el lector ve interrumpida sus lecturas previstas cuando las recomendaciones de otros lectores irrumpen, como un elefante en una cacharrería, en su dulce y acomodada vida llevándole por veredas que difícilmente se hubiera atrevido a recorrer.

Esto fue lo que me pasó con “Te dejé llevar”, de Clare Mackintosh, aparentemente un thriller que comienza con un accidente, una noche de lluvia, que tiene como consecuencia la vida segada de un niño y la huida del conductor del lugar de los hechos.

Un accidente con fuga que tendrán que investigar Ray y Kate, inspectores del CID. Las investigaciones no obtendrán ningún resultado en principio. Para colmo, la madre del niño atropellado también desaparece.

La autora nos presenta a Jenna Gray, una mujer que se ve obligada a dejar todo atrás, tras aquel terrible accidente. Desesperada, busca un lugar donde esconderse, donde el dolor que le produjo aquel suceso deje de ser tan insoportable, donde los miedos puedan desaparecer.

Una novela que tiene mucho de thriller psicológico, con una gran recreación de personajes y de sus actuaciones guiadas, a menudo, por motivos inconfesables.

He de reconocer que me pareció un tanto lenta al principio, hasta que llegas al punto en que descubres que la autora te ha enredado en una sutil tela de araña que te hace confundir la historia. A partir de ese momento, comienzas a devorar el libro. Se trata de una historia diferente a la que habías imaginado en un principio, con una trama atractiva y angustiosa, donde deseas ayudar a la protagonista y protegerla del peligro que se avecina.

Dura, cruel a ratos, pero real, desgraciadamente muy real. Una novela que te hace ver que los monstruos se encuentran entre nosotros disfrazados a menudo con piel de oveja. Una novela muy bien escrita, con una narración fluida y con una percepción psicológica muy de acorde a las características de los personajes. Está claro que Clare Mackintosh se ha documentado muy bien para transmitir aspectos como la fragilidad humana, la perversidad, el dolor de la pérdida, la resiliencia y la necesidad de restitución y justicia inherente en el ser humano.

LA NOCHE DE DAMBALLAH

 

"La noche de Damballah" de Jordi Solé

Resulta terrible esto de ser lector empedernido. Es un trabajo que nunca se acaba y, a las lecturas programadas, se añaden otras propuestas por compañeros de diferentes grupos de lecturas. Leí la reseña que hizo de esta novela Raquel González, y no me quedó más remedio que apuntarla para leerla en cuanto tuviera oportunidad. Restando horas al sueño conseguí acabar esta estupenda novela que me tenía atrapado como un indefenso insecto bajo la sutil tela de araña que teje Jordi Solé.

“La noche de Damballah” es una novela negra que sigue los patrones del género y con una galería de personajes prototipos de los clásicos: el policía que deambula al margen de la ley, pero que tiene la oportunidad de hacer algo bueno investigando el asesinato de una joven nigeriana siguiendo el ritual vudú o la periodista que no acaba de conseguir la gran noticia y está a punto de ser despedida.

Sin embargo, Jordi domina las claves del género y nos hace vivir una apasionante trama en la que estos dos personajes principales se entrecruzan, se ven obligados por necesidad a trabajar juntos. La relación entre los personajes es explosiva, creándose un vínculo mayor en dos días que el de otros en dos años.

Resulta interesante la ubicación de la trama en Barcelona. Me ha gustado especialmente porque los personajes circulan por terrenos conocidos. Las referencias que el autor da sobre el entorno nos ayudan a introducirnos dentro de la intriga.

El trasfondo político es interesante. Ver como no siempre, la policía intenta resolver los delitos por una coyuntura política donde lo más cómodo y eficaz es echar tierra sobre el asesinato de una joven nigeriana que no parece importarle a nadie. Sin embargo, de este entramado viciado surgirá la figura de Lluís Artigas, mosso d’esquadra corrupto que intenta resolver el crimen hasta llegar a las últimas consecuencias. Todo ello no será del agrado de sus superiores que lo colocarán en el punto de mira para cargarle algunos delitos y apartarle de la investigación.

En definitiva: una novela negra, muy negra, adictiva, con una trama trepidante que te impedirá dejar la novela. Realmente, la cosecha de escritores de thriller y novela negra del país está siendo muy abundante. Y de muy buena calidad.

                                                                                Luis Bolívar