lunes, 31 de octubre de 2022

OCHO MILLONES DE DIOSES

 


David B.Gil lo ha  vuelto a hacer.

Cuando leí su novela, “El guerrero a la sombra del cerezo” no pude menos que asombrarme de la capacidad narrativa del autor, de su conocimiento del Japón medieval y de su habilidad por hacer que el lector se sumerja en la historia, apartando cualquier otra distracción y robando horas al sueño para seguir con la lectura.

En su novela “Ocho millones de dioses” de nada sirve estar preparado. Caes irremediablemente bajo las letras del autor. La intriga está servida desde un principio y no puedes menos que dejarte llevar por esa montaña rusa de acción y emociones donde los personajes avanzan en su camino mostrando su aspecto más vulnerable, pero al mismo tiempo, siendo fieles a sus convicciones y aceptando las consecuencias de sus actos, por muy duras que resulten.

Por otro lado, resulta fascinante el conocimiento que tiene el autor del Japón del siglo XVI. No tan solo de los paisajes o entornos referidos en la trama sino también de la manera de pensar así como de las obligaciones adquiridas según se pertenece a una determinada clase social.

Acción, aventura, misterio y destinos truncados en un mundo tan peligroso como caótico. Los personajes son muy reconocibles y bien elaborados. Para el padre Martín Ayala, la misión encomendada implica la búsqueda de una redención que pesa como una losa en su interior. El personaje que complementa la narración, Kudö  Kenjirö parte con unas ideas muy claras sobre el honor y las obligaciones, pero estas se irán desmoronando a medida que conozca y acompañe al religioso.

Sin duda, una novela más que recomendable.

Luis Bolívar

La novela definitiva de David B. Gil mezcla viajes e investigación criminal con aventuras de batallas y espadas en el Japón feudal. Un hombre de fe obligado a desentrañar los más terribles crímenes, un joven samurái erigido en su protector, un viaje a través de un país castigado por siglos de guerra. Toledo, 1579. El padre Martín Ayala recibe la inesperada encomienda de regresar a Japón -el país donde se formó como sacerdote y misionero- diez años después de ser apartado de la misión por su relación ilícita con una joven japonesa. Alguien está asesinando con ritual crueldad a los padres cristianos en dichas costas. Ayala, considerado el máximo conocedor del idioma y las costumbres niponas en el seno de la Iglesia, deberá desentrañar las razones que se ocultan tras estas muertes. Japón, año 7 de la Era Tenshô. Kudô Kenjirô, hijo de un samurái rural, es elegido para una ingrata labor: proteger a un extranjero llegado con la intención de investigar unos crímenes inciertos. Kenjirô pronto descubrirá que fuerzas extrañas conspiran para que el visitante no lleve a buen puerto sus pesquisas. Juntos recorrerán un Japón devastado por la guerra y emponzoñado por las conspiraciones. A medida que el jesuita se reencuentra con su pasado, el curso de la investigación se desvelará fundamental no solo para la pervivencia de la cristiandad, sino para el propio futuro del país.



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