LA CORTE DEL
CRISANTEMO
CARMEN HINOJAL
Decía Neil Gaiman que “un libro
es un sueño que usted tiene en sus manos”. Atendiendo a esta máxima, podemos
decir que “La Corte del Crisantemo” es un sueño que Carmen Hinojal ha tenido a
bien relatarnos.
A mitad de camino entre el cuento
y la leyenda, la novela nos deja el sabor de vivir una historia bien narrada,
donde los elementos fantásticos, propios de la cultura japonesa, se
entremezclan con los avatares de los personajes, cercanos a la corte del
Crisantemo.
A pesar de que se producen
guerras, actos de traición y situaciones propias de una sociedad injusta,
resultado de un sistema estamental muy definido, Carmen no se recrea en las
escenas violentas; las deja deslizarse
ante nosotros para que imaginemos la situación. La autora carga las tintas en
las leyendas, en las situaciones mágicas, como si de un cuento se tratara,
dejando en nuestra mente la imagen de un reino de leyenda donde todo es posible
y lo inesperado puede ser lo cotidiano.
En sus páginas nos muestra la
dura vida de aquellos que no tienen nada y que, sin embargo, han de darlo todo
a los más poderosos, siguiendo un orden jerárquico inamovible. También seremos
testigos de las vicisitudes de la corte, los tejemanejes de aquellos que tienen
que sobrevivir ante tiempos convulsos. Uno de los aspectos más atractivos es la
historia de amor entre Hiroshi y Akane, un amor, en principio imposible, pero cuando los corazones están destinados a encontrarse, todas las resistencias empequeñecen.
El ingenio, la habilidad, el
amor, las ilusiones por un futuro en común, las contrariedades de la vida o la
fidelidad son aspectos que surgen de la novela de Carmen Hinojal y que se nos
presentan ante nuestros ojos mostrando una realidad cultural e histórica muy
diferente. ¿Una realidad soñada o un sueño vivido?
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