lunes, 19 de julio de 2021

LA OCTAVA VIDA (Para Brilka)

 

Novela: LA OCTAVA VIDA (para Brilka)

Autora:  Nino Haratischwili

Había leído la recomendación de esta novela por parte de varios compañeros del grupo de Novela histórica. La autora es originaria de Georgia, una antigua república de la Unión Soviética, hoy convertida en país soberano. La autora, además de su faceta literaria, también es dramaturga y directora de teatro.

Cualquier cosa que se pueda decir de esta magnífica novela quedará muy por debajo de su extraordinaria calidad literaria. La obra sigue una saga familiar georgiana a lo largo del siglo XX. Gracias a esta familia conoceremos los hechos más relevantes del país y de la URSS en general.

Los personajes son complejos y muy bien trabajados. Son muy creíbles. Asistiremos a las ilusiones e intenciones de cada uno de ellos. Sabremos del deseo de Stasia de bailar en la Ópera de París, el empeño de Kostia de emular a su padre y formar parte del ejército, el de Kitty, que consiste en permanecer junto a Andro o la volubilidad e inconstancia de Elene, madre de Daria y de Niza. Esta última será la persona que escribirá la historia de la familia.

Cada uno de los personajes intenta ocupar un lugar en el mundo, en ese convulso mundo marcado por la revolución, la guerra mundial, la guerra fría, el desmembramiento de la URSS y las revueltas por la independencia del país. Estos acontecimientos son el telón de fondo de los sucesos familiares que se van produciendo. También veremos desfilar a algunos de los personajes más importantes de la URSS como son el Generalísimo (Stalin) o el Pequeño Gran Hombre (Béria). Pero ante estos hechos tan grandilocuentes encontraremos unas vivencias muy creíbles y mucho más sencillas. A lo largo de la novela seremos testigos de cómo las ilusiones que algunos de ellos se forjaron chocaran con la cruel realidad, dejando apenas espacio para la supervivencia.

Un siglo da para mucho y no se trata tan solo de alargar la reseña. Junto a momentos muy emotivos, hallaremos otros dramáticos o trágicos, aderezados por la receta de chocolate que trae la desgracia a quien lo prueba. Nino muestra un gran dominio del lenguaje y muchas de sus frases quedan en la mente del lector después de cerrar la novela. Su estilo recuerda al realismo mágico propio de la literatura sudamericana. A veces me pareció estar leyendo “Cien años de soledad” del gran García Márquez.

Para aquellos que no teman adentrarse en una novela de mil páginas diré que es la mejor recomendación que me han hecho. No dudo que se convertirá en una novela de culto. Cuando acabas el libro sientes que una parte de ti se ha quedado con aquellos personajes, que quisieras continuar el viaje con Brilka.



domingo, 28 de febrero de 2021

EL JURAMENTO DE TORTOSA

 

EL JURAMENTO DE TORTOSA

Verónica Martínez Amat

 

Hay libros que, sin apenas darte cuenta, entran en tu vida para quedarse. Uno de ellos es el de Verónica Martínez Amat: El Juramento de Tortosa.

La novela narra un hecho histórico bastante desconocido: el asedio de la ciudad de Tortosa por parte de los andalusíes, meses después de que el conde Ramón Berenguer IV la conquistara. Dada la ausencia del conde y de sus tropas que se hallan en otros menesteres intentando conquistar Lérida, la defensa de Tortosa queda en manos de sus habitantes. La situación se hace insostenible llegando al punto en que los caballeros que la defienden proponen la muerte de todos aquellos habitantes que no puedan empuñar una espada (mujeres, ancianos y niños), para poder salir ellos a morir con honor.

Curiosamente, no es tan solo una novela de guerra, es la historia de una ciudad asediada, de sus habitantes, de las relaciones personales y sociales que se establecen entre ellos. Todo ello aderezado con abundante salazón de intriga, misterio y aventura. Como acostumbra a pasar con las buenas novelas históricas, el lector comparte el destino de los diferentes personajes. Para algunos, el asedio representa el mal y la lucha por unos valores en los que creen. Para otros el mal se halla dentro de la ciudad, incluso, en la misma familia. El asedio puede representar la oportunidad de huir de una vida indigna.

Hay un momento en la obra en que las mujeres han de tomar la iniciativa. No descubro nada nuevo, pues está anunciado en la contraportada. Frente a la lucha por poseer bienes materiales o por el honor y el rey, que da sentido a las guerras provocadas por los hombres a lo largo de la historia, las mujeres siempre han sido más prosaicas. Saben cuales son los valores por los que vale la pena vivir…, y luchar. Su escala la conforma el amor, la defensa de las personas queridas, la familia o la supervivencia, siempre entendida desde un punto de vista de generosidad hacia su entorno próximo.

Hay quien ha hecho el comentario al respecto de que se trata de una novela feminista: no entiendo el etiquetaje con valores propios y contextualizados del último siglo en una novela del siglo XII. Como si la revuelta de las pescaderas de París que trajeron desde Versalles a la ciudad a los reyes de Francia en la revolución francesa o los disturbios de la Barcelona de 1918 provocados por las mujeres en protesta por la subida de los productos básicos (en la que rechazaron la participación de los hombres y de los sindicatos para no ser manipuladas), fueran unos actos feministas.

La historia la realizan los hombres y mujeres de una época determinada. Les va la vida en ello. Desgraciadamente se suele explicar la historia de los hombres, por los hombres. Cabe felicitar a Verónica Martínez porque nos está mostrando, para nuestro deleite, aspectos de nuestra historia que han quedado desenfocados a lo largo del tiempo. Ya lo hizo con El paso de los españoles y lo ha vuelto a hacer con El Juramento de Tortosa. Tan solo queda decir que la historia atrapa, que nos da una visión acertada y próxima de los hechos sucedidos, y que el lenguaje utilizado es preciso y riguroso. Me reservo un próximo viaje a Tortosa para conocer de cerca los escenarios de la novela.

Por último, tan solo me queda pensar que mis tres últimas novelas leídas son de narración histórica y están escritas por mujeres. ¿Me estaré volviendo feminista?

Creo que tan solo se trata de que me gusta leer buena literatura.

Luis Bolívar

 


lunes, 22 de febrero de 2021

LIBELO DE SANGRE

 LIBELO DE SANGRE

SANDRA AZA

Pocas veces he sentido tanto frío como aquella noche de Nochebuena haciendo guardia en Carabanchel Alto, en Madrid. Con el libro de Sandra he vuelto a sentir aquel frío que calaba hasta los huesos. Sandra te introduce de tal manera en las escenas que narra en su obra que no tienes más remedio que verte transportado al Madrid del siglo XVII, con todos sus lujos y miserias.

Libelo de sangre fue el primer libro que leí este 2021, animado sobre todo por las valoraciones críticas y los imputs emocionales que de dicha obra recibía. Una vez leída la novela puedo entender el revuelo generado por la misma.

La novela te transporta a una época oscura, un momento en que la Inquisición dominaba el panorama religioso y en el que no bastaba con ser cristiano. Había que aparentarlo también. Seremos partícipes de todo el proceso que conlleva un auto de fe desde el interior, o sea, desde la vivencia de los protagonistas.

El título hace referencia a los libelos de sangre, que no eran otra cosa que acusaciones en las que se afirmaba que los judíos cometían crímenes utilizando la sangre humana para realizar sus rituales. Tras una acusación de este tipo, observamos las consecuencias que tendrá para una familia de la villa. Para el matrimonio, que cae en las garras de la Inquisición, y para sus hijos. Estos últimos quedan desprotegidos totalmente en un lugar y una época donde la supervivencia ya representa un reto por sí misma.

La acción de la novela recae básicamente sobre Alonso, el hijo de la pareja que se convierte en el personaje principal. Asistimos a sus desvelos e inquietudes, a su lucha por la supervivencia en un entorno hostil, a su amistad con Juan y Antonio y a su batalla particular por intentar recobrar la libertad de sus padres.

Dejando en manos del lector y sin ánimo de revelar el contenido de la obra, diré que Sandra nos hace vivir en el Madrid del siglo de Oro. Nos muestra sus costumbres, tradiciones, y vida diaria del pueblo madrileño. De la misma manera, la novela se convierte en una guía de la ciudad de la época. Es recomendable hacer este viaje acompañado de un mapa de Madrid de la época y de un tranquilizant para los nervios que cogeremos en el desarrollo de la trama.

La documentación de la novela es impresionante. Sandra no ha dejado nada al azar. Se nota su dominio tanto en los aspectos que conciernen a la sociedad del momento como al de las leyes que la regían. La gran tarea de documentación que ha realizado la autora es posiblemente un punto a favor de los puristas de la novela histórica, pero también puede ser considerado un pequeño inconveniente a la hora de seguir el hilo narrativo para otros lectores menos fieles a este tipo de novela.

Sandra Aza te hace sufrir por activa y por pasiva. Por activa, desde el momento en que vas siguiendo la historia y padeces por el posible desenlace de la obra. Por pasiva porque, desde que los personajes son conocidos por los lectores, se produce una especie de apadrinamiento en el que cuesta quedar sin saber qué será de esos muchachos. Hoy están en una especie de limbo a la espera de que Sandra retome la historia y podamos visualizarla en una continuación de la obra.

Un rumor se extiende en los burladeros de Madrid donde las lavanderas, los artesanos, el populacho y algún que otro noble disfrazado de criado se preguntan:

   ¿Hasta cuando nos vas a hacer sufrir Sandra?, ¿hasta cuándo?

 


jueves, 18 de febrero de 2021

LA CASA DEL COMPÁS DE ORO

 

LA CASA DEL COMPÁS DE ORO

BEGOÑA VALERO

 

Una de las cosas que se agradecen en la novela histórica es que, además de disfrutar de una buena lectura, cosa que los ávidos lectores siempre agradecemos, nos hace vivir en una época anterior. Nos convertimos en observadores de un mundo que quedó atrás y que, a menudo, resulta difícil de recomponer.

Es aquí donde se agradece el esfuerzo en la documentación que ha de realizar el escritor para mostrarnos unos paisajes y unos personajes que ya no existen. Es el caso de Begoña Valero con su obra La casa del compás de oro. Nos traslada a la Europa del siglo XVI, una época donde la defensa de unas ideas podía acabar con un acusado en la hoguera, donde la Inquisición y los tribunales religiosos podían cuestionar los textos escritos.

Begoña nos descubre la figura de Christophe Plantín, un personaje que ama los libros y los convierte en objeto de su trabajo y de su vida. En la novela, veremos transcurrir la vida de Christophe, un personaje real, y también seremos partícipes de los acontecimientos más significativos de la época relacionados con las guerras de religión y con el dominio de los Países Bajos por parte de España.

Tras la lectura de la obra, no queda más remedio que quitarse el sombrero ante la figura de Plantín, un sencillo personaje pero que tendrá una repercusión mayúscula en la Europa del momento gracias a sus habilidades para imprimir y editar algunas de las obras más importantes del momento, contribuyendo a su difusión y a un cambio de mentalidad en una época, arrojando luz donde antes había oscuridad.

Es de destacar el personaje de Luis de Osuna, compañero de fatigas de Plantín, que nos ayuda a comprender mejor la sociedad del momento. Agiliza el relato, y complementa la historia del editor. En él se focalizan muchas de las aventuras que transcurren en la novela. No deja de ser el amigo que intenta solucionar los problemas y adversidades a las que se enfrenta Plantín. Luis de Osuna es un soldado de los Tercios de Flandes y, desde su mirada, asistimos a los enfrentamientos religiosos y a los hechos históricos de una forma más próxima, implicándose en los acontecimientos y dándole una perspectiva más humana.

 Dicho lo anterior tan solo cabe felicitar a Begoña Valero por habernos permitido viajar a una época tan atractiva como tumultuosa y habernos dado a conocer un personaje tan singular. Es uno de aquellos personajes que pasan de manera discreta por los recorridos de la historia, pero que su trascendencia supera, a menudo, a otros mucho más reconocidos. Todo un placer la lectura de esta novela.