domingo, 9 de enero de 2011

La primera obra

Todavía recuerdo aquel cielo que presagiaba tormenta, el campo de trigo que se mecía bajo la suave brisa que corría y aquellas viejas y antiguas casas arrinconadas en una esquina del lienzo. Aquella había sido mi primera obra pictórica.
No sé qué fue lo que me llamó la atención de aquella imagen de una obra de Renoir, qué debí ver en ella para intentar copiarla y traspasarla a la tela. Probablemente fue la energía que desprendía aquella foto, sobretodo el protagonismo que adquiría aquel cielo amenazante que convertía la obra, una escena estática, en un paisaje que adquiría vida y que te obligaba a observarlo para ver los posibles cambios que tendrían lugar a continuación, fruto de aquel cambio de tiempo que se avecinaba.
Después de una dura lucha contra los elementos, salí airoso, o eso creí, de la primera pero no última batalla pictórica.
Con los años he aprendido a dosificar este tipo de combate que se produce entre el pintor y el lienzo, entre el artista y la obra. El tiempo me ha dado paciencia, la experiencia me ha dado estrategias que me han permitido mantener la tensión de la creación artística de tal manera que, por muy difícil o novedoso que se presente el objetivo a acometer, se que el resultado final será aquel que yo espero conseguir.
De todas maneras, en algunas obras, la casualidad hace que, de manera inesperada, surjan hallazgos que superan las expectativas creadas con técnicas o materiales aplicados en otras obras. Estos hallazgos, como aquella tormenta de Renoir, están esperando para poder surgir con energía y proclamar la validez de sus pretensiones en una manifiesta superación de calidad artística.
Una vez valorada la calidad del descubrimiento artístico, lo único que me ha quedado realizar es incorporarlo a mi paleta de técnicas aplicadas para poder realizar otra obra que se sustenta sobre las prácticas  realizadas en lienzos anteriores.
A veces pienso que la energía que desprendía aquel cielo no era otra cosa que aquella que llevamos dentro nuestro y nos motiva a generar el impulso necesario para la elaboración de una creación artística..

No hay comentarios:

Publicar un comentario